Los amantes de islas sueñan recreos
noche de cadenas en estancias
Cargan víveres que dilatan atosigados
y arrastrados por el delirio
Los amantes de islas son uno solo
en el lago de comparsas,
imposibles estallan en sus lejanías
como la ruina de un oscuro hueco de sed
Los amantes en sus cartas diluyen la lluvia
el mar que los separa
Se despiden cada día en busca de ese olor extraviado
del sudor inexorable
Pareciera que el océano estirara y lo espantara todo
el recuerdo, la risa, las letras, las ansias,
corren cada uno por su lado incorruptos en su tiempo
Los amantes de islas lloran la espera
cuidan sus sueños muertos de duelo
ausentes de historias
Cuidan la llave de sus manos
el olor que desgarra salamandra en velo
Arremeten uno al otro la melancolía
en el pánico de huirse encuentran un lienzo
sacado de un aplazamiento
serenos de deseos