A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

martes, 15 de noviembre de 2016



LEYENDAS CELTAS
Angus y la doncella mágica

Cierta vez, Angus Og, hijo de Dagda y Boanna del palacio de New Grange, cayó profundamente enamorado de una doncella a la que había visto en sueños. Sus padres, preocupados por el mal que acosaba a su hijo, buscaron a la joven por toda Irlanda, pero no pudieron encontrarla. Finalmente decidieron llamar a Bov el Rojo, rey de los daanos de Munster y hombre diestro en misterios y encantamientos, quien tras buscar durante un año anunció que había encontrado a la ilusoria doncella en un lago llamado Boca de Dragón.

Angus y Bov viajaron hasta al lago, donde encontraron a quinientas doncellas paseando en parejas, cada joven unida a su pareja por una cadena de oro. Entre todas las doncellas, Angus feliz reconoció a la de sus sueños y le preguntó a Bov quién era la muchacha, así supo que era Caer, la hija de Ethal Anubal, el príncipe de los daanos de Connacht.

Angus se lamentó por no ser lo suficientemente fuerte COMO para arrancarla de sus compañeras, pero siguiendo el consejo de Bov el Rojo, fue a pedir la ayuda de los reyes mortales de Connacht, Ailell y Maev.

Los reyes mandaron un mensaje al príncipe Ethal, pidiéndole la mano de Caer PARA Angus, pero él se negó a entregarla. Ante el rechazo de Ethal, las fuerzas del rey Ailell lo sitiaron en su castillo y ante el segundo pedido de mano de Caer, el príncipe explicó que la joven vivía alternativamente bajo la FORMA de doncella un año y de cisne al año siguiente: "el próximo 1 de noviembre la podéis ver con otros ciento cincuenta cisnes en el lago Boca de Dragón".

Angus fue allí en el tiempo propicio, se acercó a la orilla y llamó a la blanca y alada Caer, le explicó quién era y de pronto se trasformó en cisne él también. La doncella correspondió su amor y juntos volvieron al palacio de Angus, emitiendo una música tan divina que todos lo que la oyeron cayeron en un sueño plácido durante tres días y tres noches.



LEYENDA CELTAFinn y la cacería de la cierva

Cierto día en que Finn y sus compañeros regresaban con sus perros de una cacería en el monte Allen, una cierva se cruzó por su camino y todos corrieron tras ella. Pronto los perseguidores fueron quedando atrás, exceptuando a Finn y a sus dos perros, Bran y Skolawn. Estos perros tenían un origen muy peculiar ya que eran hijos de Tyren, tía de Finn, que había sido transformada en perra por un encantamiento. Eran los mejores canes de toda Irlanda y Finn les amaba mucho.

Cuando la cacería se dirigía HACIA un valle, la cierva se detuvo, se recostó, y Finn vio que sus perros jugaban con ella lamiéndole la cara. Finn ordenó que nadie le hiciera daño y ella los siguió en el camino de regreso.

Esa misma noche, él se despertó y vio junto a su cama a la mujer más hermosa que vio en toda su vida, quien le dijo: " Soy Saba, oh Finn, soy la cierva que cazaste hoy. A causa de no haber querido dar mi amor al druida de la tierra de las hadas, me convirtió en lo que has visto, y he ESTADO así por tres años. Pero uno de sus esclavos, apiadándose de mí, me reveló que si podía llegar hasta vuestra morada de Allen, oh Finn, volvería a mi forma original. Temía ser destrozada por vuestros perros, o herida por los cazadores, y por eso sólo me deje alcanzar por vos, y por Bran y Skolawn, quienes tiene la naturaleza del hombre y no me harían daño".

Así fue COMO Saba vivió con Finn y él la hizo su esposa; tan profundo fue el amor que se tuvieron, que DURANTE meses no se separaron. Un día llegó la noticia de que barcos de guerra del Norte estaban en la bahía de Dublín, así que él mando llamar a todos sus hombres, y le dijo a su esposa: "Los hombres de Erín nos dan tributo y hospitalidad PARA que los defendamos de los invasores, y seria una vergüenza aceptar los PAGOS sin dar de nuestra parte lo que se pide".

Durante siete días estuvo ausente Finn, hasta que los escandinavos se alejaron de las costas de Erín. Al octavo día regresó ENTRE los suyos, pero vio la preocupación en los ojos de hombres y mujeres, Saba no estaba en la muralla esperando su regreso. Ante el pedido de Finn, le contaron lo que había sucedido:

Saba esperaba ansiosa su regreso, y un día apareció Finn con sus dos perros, y hasta se escucharon las notas de la llamada de caza de los de la Fianna en el viento. Saba se corrió hacia la verja a recibir a su amado, pero el falso Finn blandió una varita de avellano y la convirtió en un ciervo. Sus perros comenzaron a perseguirla haciéndola huir. Los hombres tomaron todas las armas que pudieron y salieron en busca del hechicero, pero no encontraron a nadie, a Saba tampoco.

Finn se retiró a su habitación y se encerró un día completo, luego siguió ocupándose de los asuntos de la Fianna como siempre, pero durante siete años buscó a Saba por cañadas, bosques y cuevas de toda Irlanda, con la sola compañía de sus fieles perros hasta que perdió toda esperanza y renuncio.

Un día mientras cazaba en Ben Bulban oyó que los perros gruñían con furia, él y sus hombres corrieron hacia ellos y encontraron que los canes intentaban acercarse a un niño de largos cabellos rubios, que estaba desnudo al pie de un árbol, mientras Bran y Skolawn los mantenían a distancia.

Los fians apartaron a los perros y se llevaron con ellos al muchacho que, cuando aprendió a hablar, les contó su historia.

Él no había conocido ni padre ni madre alguna. Siempre había vivido en un valle cerrado por acantilados altísimos y había sido cuidado por una cierva amorosa. Durante el verano se alimentaba de frutos silvestres y durante el invierno se mantenía con las provisiones que guardaba en su cueva. De tanto en tanto, aparecía un hombre de aspecto oscuro que hablaba con la cierva, a veces con ternura y otras con amenazas, pero la cierva siempre huía de él.

Un día, el hombre llegó y estuvo largo rato con la cierva, hasta que la tocó con una varita de avellano y obligándola a seguirlo sin mirar atrás. El niño intentó ir tras ellos pero no pudo mover su cuerpo, llorando de rabia y desolación, cayó al suelo y perdió el sentido. Cuando volvió en si estaba en la ladera de la montaña de Ben Bulban y durante días buscó aquel valle verde, hasta que los perros lo encontraron.

Finn le llamó Oisin, pequeño ciervo, y se conoció como guerrero y como un gran compositor de canciones y fábulas.
LEYENDA CELTA
La hija del rey de la Tierra de la Juventud

Mientras Finn y su hijo Oisin, junto a varios compañeros, cazaban una mañana brumosa de verano a orillas del lago Lena, vieron acercarse a una doncella hermosísima, montada en un corcel blanco COMO la nieve. Ella llevaba un traje de reina: una corona de oro y un manto de seda marrón con estrellas de oro rojo la envolvía y se arrastraba por el suelo.

Su caballo llevaba adornos de oro y un penacho sobre la cabeza.

La doncella y se acercó a Finn y con él habló.

- Desde lejos he venido y te he encontrado, Finn, hijo de Cumhal.

- ¿Cuál es tu tierra, doncella, qué es lo que deseáis de mí?

- Mi NOMBRE es Niam la del pelo dorado. Soy hija del rey de la Tierra de la Juventud, y lo que me ha traído hasta aquí es el amor por vuestro hijo Oisin.

Ella giró HACIA el joven guerrero y le habló en con una voz a la que nadie podía negarse.

- ¿Vendrás conmigo, Oisin, a la tierra de mi padre?

- Allí iré y hasta el fin del mundo.

Entonces la doncella habló sobre su tierra, y mientras lo hacía, una quietud de ensueño inundó todas las cosas. Ningún caballo se movió, los perros dejaron de ladrar, ninguna ráfaga de viento meció las hojas del bosque.

Los hombres estaban tan maravillados que de todo lo que ella contó, SÓLO pudieron recordar:

Es una tierra deliciosa por encima de todos los sueños,
Más bella que cualquier cosa jamás vista por unos ojos.
Allí todo el año hay frutos en los árboles,
Y DURANTE todo el año las plantas florecen.
Allí los árboles miel salvaje gotean;
El vino y la hidromiel nunca se terminan.
Ningún habitante conoce el dolor ni la enfermedad,
Y la muerte o el decaimiento nunca están cerca de él.
La fiesta nunca empalaga ni la caza cansa,
Ni tampoco PARA de sonar la música de los salones;
El oro y las joyas de la Tierra de la Juventud
Brillan con esplendor jamás conocido por hombre alguno.
Tendrás caballos de buena cuna,
Tendrás perros que corren más que el viento;
Un centenar de guerreros os seguirán en las batallas,
Un centenar de doncellas os cantaran para que durmáis.
Una corona de soberano llevareis en la frente,
Y a vuestro lado un arma mágica siempre estará,
Y seréis el señor de toda la Tierra de la Juventud,
Y señor de Niam la del pelo dorado.

Al terminar la canción, los fians vieron a Oisin montar en el corcel mágico, sostener a la doncella en sus brazos, y desaparecer COMO un rayo de luz hacia el bosque.

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