La madre iba todo el día a trabajar en la aldea, así que los niños se quedaban solos en casa, pero a veces desobedecían a la madre y salían a jugar al bosque, sin saber los peligros a los que se enfrentaban. Ese día en el que la madre había salido de su casa, confiada en la hija mayor; no se imaginó los peligros que sus hijos podían correr con una niña de 12 años, encargada de 3 niños más chicos.
☪Por la mañana, la hermana mayor y los hermanitos, se encargaron de limpiar la casa para ayudarle a su madre, y cuando ya habían terminado, decidieron salir al bosque a jugar un rato. Cuando atardecía, la hermana mayor se había distraído cortando frutas de los árboles, y no se dio cuenta de que sus hermanos no estaban. Desesperada, fue a buscarlos alrededor de toda la casa, y solo se encontraban dos de ellos llorando. La hermana mayor notó que faltaba un hermano, y de inmediato empezó a buscarlo con ayuda de los otros dos. Ya estaba anocheciendo, así que la hermana mayor decidió darles la cena a los dos niños y mandarlos a dormir.
Ella no sabía qué hacer, solo sabía que su madre llegaría en pocas horas y tenía miedo de salir al bosque de noche; pero se armó de valor y salió a buscar a su hermanito, con una lámpara y mucho cuidado.
Después de un rato caminando, la hermana mayor ya no sabía dónde se encontraba, y empezó a llorar desconsoladamente, deseando con todas sus fuerzas que apareciera su pequeño hermano. Después de unos minutos, escuchó unas campanillas sonar y vio unas luces parpadear a lo lejos; ésta, curiosa, decidió seguirlas. Al recorrer todo un tramo de camino, las luces fueron desapareciendo, y la niña se asombró al ver a su pequeño hermanito dormido en una especie de cama, cubierto con una manta y con comida alrededor.
☪Despertó a su hermanito y lo abrazó muy fuerte. Éste, muy feliz, le contó que aunque se había perdido, había sido una de las mejores experiencias de su vida, porque unas pequeñas y brillantes hadas le habían dado asilo y protección cuando él estaba perdido y desesperado. La hermana mayor se percató de que las campanillas y las luces que la llevaron hasta su hermanito, habían sido las hadas de las que estaba hablando. Posteriormente en el bosque, empezaron a aparecer luces otra vez que indicaban el camino de regreso.
☪Al llegar a la puerta de su casa, una pequeña hada pasó frente a los dos niños y les sonrió alegremente, para después perderse en la oscuridad de la noche. Nunca más la volvieron a ver, aún cuando la buscaron varias veces.
Los niños estaban eternamente agradecidos con ella, pero sabían que nunca más la volverían a ver para decírselo.
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