INSOMNIOEse armazón de madera me vapulea el alma,
me destroza el cuerpo, me sofoca por las noches,
obsesivo, desentendido de mis más pulcras invenciones,
aniquila o aprieta mis redondos pensamientos;
y a ese sillón entrego mi sueño, ya despierto.
Déjame amarte con los labios para adentro,
como vulnerándose a toda prisa.
La alegría ya no va conmigo.
Un día partiste al cielo infinito,
cruenta como una garra despuntada,
te desvestiste el alma con las impurezas
del hastío, y yo, vapuleado y medio antojadizo,
acerqué mis únicos tesoros a tu vientre hueco,
descerrajado, le coloqué hierba y un poco de barro,
y brotó un fruto irresistible de sabor inicuo.
No, no era vida de tu vida,
era sólo un rastro de-volviéndome las alas
para tu vuelo de cabeza para abajo.
como vulnerándose a toda prisa.
La alegría ya no va conmigo.
Un día partiste al cielo infinito,
cruenta como una garra despuntada,
te desvestiste el alma con las impurezas
del hastío, y yo, vapuleado y medio antojadizo,
acerqué mis únicos tesoros a tu vientre hueco,
descerrajado, le coloqué hierba y un poco de barro,
y brotó un fruto irresistible de sabor inicuo.
No, no era vida de tu vida,
era sólo un rastro de-volviéndome las alas
para tu vuelo de cabeza para abajo.
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