Léeme, porque tal vez no me escuches, tal vez no me veas; entonces léeme tal y como si estuvieras frente a mí. Recuerda que siempre “estoy contigo aunque no me puedas ver”.
Hoy me voy, no porque quiera, no porque sea mi decisión; es porque un silencio, el tuyo, me ha hablado más que todas esas hermosas palabras que nos dijimos.
¿Recuerdas? tú voz y la mía profesándose, conociéndose, queriéndose, extrañándose.
Y es que debería ser pecado la distancia cuando se trata de dos, aunque te confieso que a pesar de no estar, más de una vez dormiste a mi lado, abrazado a mí, conmigo; y sí, las arrugas en mi cama cada mañana me lo decían. Siempre estuviste, y sin temor a equivocarme, aún estás.
Por aquí te dejo algunas cosas; el adiós que no me diste, las promesas incumplidas, todas ellas, bonitas, adornadas, tan inmensas que me hicieron soñar, quererte, querernos.
¡Qué bonito hubiera sido un “nosotros”!
Te dejo el abrazo enloquecido, de esos en los que se entrega la vida, el alma y algo de piel. Te dejo ese abrazo que te llega hasta los huesos, que te cala y te llena el corazón del más bonito amor.
Te dejo el beso endiablado, aquél que dijiste “duraría horas”, aquél que no se puede desprender, aquél que te hace inmenso, te fortalece y el que hace que todas esas mariposas recorran de punta a punta tu ser.
Te dejo mis ala un tanto golpeadas, algo rotas pero con la suficiente fuerza para volver a volar y así poder alcanzar los sueños, uno a uno.y a ti
Te dejo mis “Te quieros” y un “Te amo” impronunciable, porque nunca tuve la oportunidad que esto fuera creciendo.
No fui yo, no pudo ser; lo hubiera querido. Tú lo sabes, lo valgo, lo valemos, yo lo sé.
Por último te dejo mi amor para que lo abraces junto a mi recuerdo, para que el día que lo necesites sepas lo mucho que quiero y sobretodo tengas claro más que nada, que alguien desde muy lejos moría por hacerte inmensamente feliz. te busco cada dia TUYA ..
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