Ya estos versos no tendrán el color de amor,
ni esa melodía que canta el corazón
cuando mira a las estrellas y a la luna escondida
ni podrán hablar en sus fantasías
que otra alma ansiosa espera
para amarse más allá de la inmensidad
Ya no tendrán el azul del mar
ni la melancolía gris de una tarde otoñal
no vivirán la espera de unos labios ardientes por un beso,
no sabrán de caricias que puedan soñar
seguirán tiñendo sus estrofas pinceladas de soledad,
y esos recuerdos que deja un amor cuando se va
No tendrán unos ojos para recordar,
ni la esperanza que trae otra ilusión,
de nada puede hablar un corazón cansado
solo mirar y llorar su triste pasado
donde gimen el olvido y el fracaso
no tendrán estos versos más que heridas
que ahonden el viejo sufrir del ayer
Ya no tendrán estos versos otro adiós ni otro mañana
acaso perdidos en el tiempo quedarán
acurrucados en el añejo cuaderno
donde amaron un día a su amor de papel,
no encontrarán estos versos a otro como él,
él, que fue inspiración y el anhelo
él, que pronto me olvidó, él... él...
No tendrán estos versos el rocío de la aurora,
ni el aroma de las flores, ni la voz del viento
solo esa tristeza que nació con ellos
porque no volverán nunca a hablar de esos sueños,
sin amor ya no habrán rimas,
serán el silencio y el ocaso
serán llanto incontenible y una marchita rosa
ni esa melodía que canta el corazón
cuando mira a las estrellas y a la luna escondida
ni podrán hablar en sus fantasías
que otra alma ansiosa espera
para amarse más allá de la inmensidad
Ya no tendrán el azul del mar
ni la melancolía gris de una tarde otoñal
no vivirán la espera de unos labios ardientes por un beso,
no sabrán de caricias que puedan soñar
seguirán tiñendo sus estrofas pinceladas de soledad,
y esos recuerdos que deja un amor cuando se va
No tendrán unos ojos para recordar,
ni la esperanza que trae otra ilusión,
de nada puede hablar un corazón cansado
solo mirar y llorar su triste pasado
donde gimen el olvido y el fracaso
no tendrán estos versos más que heridas
que ahonden el viejo sufrir del ayer
Ya no tendrán estos versos otro adiós ni otro mañana
acaso perdidos en el tiempo quedarán
acurrucados en el añejo cuaderno
donde amaron un día a su amor de papel,
no encontrarán estos versos a otro como él,
él, que fue inspiración y el anhelo
él, que pronto me olvidó, él... él...
No tendrán estos versos el rocío de la aurora,
ni el aroma de las flores, ni la voz del viento
solo esa tristeza que nació con ellos
porque no volverán nunca a hablar de esos sueños,
sin amor ya no habrán rimas,
serán el silencio y el ocaso
serán llanto incontenible y una marchita rosa
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