He escuchado el susurro de tu voz está noche en mis sueños.
Me decías que en tus brazos encontraré el amor y la libertad que tanto anhelo, que volarás a mi lado y curaras con besos cada herida de mi corazón.
Me prometías amor eterno y que jamás me dejarías marchar de tu lado, pues sabias leer entre las líneas de mis ojos que cuando mi enfado te dice te odio con la boca, en realidad es un te amo gritado por estos.
Me murmurabas que tendría el calor de tu cuerpo en las noches de invierno, que me despertarías con besos y si, alguna vez lloraba, beberías la sal de mis lágrimas para hacerme sonreír de nuevo.
Anoche mientras dormía, te vi en mis sueños. Me entregaste tu corazón en un recipiente de cristal y, sonriendo con la luz del amor reflejada en tu mirada, me contabas una y otra vez como de ti me enamoraba.
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