lunes, 25 de septiembre de 2017
“Me apresuro, el camino me lleva a un claro donde veo una figura en el suelo, una broma cruel del destino. Esta visión me hace albergar esperanzas y me insta hacia delante para poder alcanzar a ver su rostro. El corazón me late más fuerte que el sonido de mis pasos. Me detengo y me acuclillo, aún en el aire mis dedos dudan antes de apartar el pelo de su cara.. Piel de porcelana, cabellos rojos, ojos que se ocultan bajo unos párpados, que sé que son de color dorado, es Ella. Le tomo el pulso y el alivio es una ola cálida cuando descubro que está viva. Un gemido sale de sus labios al pasar mi mano por detrás de sus hombros, la incorporo y aletean sus pestañas, dos monedas de oro me observan desde abajo.. Quiero abrazarla, deseo besarla, confesarle que la echaba de menos, y que llevo media vida buscándola..”
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