dame la sonrisa, que la muerte
no pudo arrancarte,
la palabra
que protegiste de mi lengua
escondiéndola
en tu sostén
de satén rojo.
El “no me gusta”
que te escuchaba gritar
con furia los sábados.
El beso nocturno
junto al vaso de leche
la mirada pícara
de Eva perdida por el Edén
la bofetada
de tu cabello sobre el ojo
derecho, el mordisco
de tus labios gruesos
después de hacer el amor
en una esquina
de la cama de la abuela
la burbuja de jabón
que olvidé en tus muslos
el otro pedazo
de gemido,
que me destrozó
los tímpanos,
la música de tus curvas
en la superficie ocre
de estos dedos. dame la certeza visual
que he perdido
entre los cactus nocturnos
por estar buscando
agujas dispersas
por el cielo
lunes, 18 de julio de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
❇La mitología esconde la presencia fugitiva de muchas damas acuáticas. Entre ellas hay una que se destaca sobre el resto: la Dama del Lago. ...
-
“La vida es una continuación de instantes mágicos, siempre hay algo bello donde poner tu atención, incluso cuando parece que sólo la oscur...


No hay comentarios:
Publicar un comentario