viernes, 19 de agosto de 2016
Hoy la noche es ciega y el verso
es nube condensada.
Hoy mi angustia también es tuya.
Aunque no lo quieras.
Hoy muerdo el aire y el cielo está teñido
de mi animalesca rabia y de mi puta pena.
Ahora se me ha mezclado todo
en un sólo nudo con tu nombre al centro
que hace correr tu sangre por mis venas.
Ahora soy
arpegio de tu firmamento sin estrellas,
sin música,
en tu universo inconexo,
mudo y confinado a la soledad más sola.
Y ahora, en la víspera de mi ceguera más ciega,
ahora estoy absolutamente segura
de que puedo verte por vez final,
oírte, por vez final
olerte por vez final...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario