Y tú que tantas veces colmaste el vientre perverso

de la tierra, con la sangre inmaculada de tu alma,

comiendo por sentencia del fruto letal del infortunio,

ya eres barca varada en el triste muelle de las brumas..

y conoces a fondo el atajo hacia el infierno..




He de verte resurgida como espuma de esmeraldas,

desde el sueño del olvido hasta la orilla de otro océano..

Porque llevas en tu pecho concentrado, el átomo

indivisible y eterno de la vida..¡Mariposa de nieve..!

¡Yo no sé porque el dolor te convierte en poesía..!




Siempre hay una canción de lluvia acariciando

el pavimento reseco de tu noche solitaria..

donde se conjuga el hastío de tu verbo profanado,

con la rima acicalada de una estrella muerta,

extraviada ya de cualquier paraíso..




Arde el silencio en tu mirada de gaviota malherida..

La miel de un espejismo sigue consolando la nostalgia

de tus amapolas deshojadas, esas que lloran su destierro

en la desembocadura espesa de tus venas..

Melancolía de palabras que se disfrazan de gloria..




Dime, hada furtiva, que engendras flor de aurora

en la entraña estéril y gélida del invierno..

¿cuál es el misterio de tu lira perfumada..?

que hasta el cáliz de la rosa se estremece en tu presencia

y le rinde pleitesía a la esencia de tu estrofa soñolienta..




No eches el ancla en el páramo desapacible del olvido,

ni estanques el agua viva de tu verso en la roca enmohecida

del pasado, porque de tu metáfora desahuciada

entre lágrimas del alba, he de verte todavía resurgida y renovada

como ofrenda de esperanza sobre el sagrado altar del tiempo..