A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

jueves, 17 de noviembre de 2016



Me marcho para no olvidarte jamás.
Prefiero éste adiós a tener roto el corazón.
Elijo recordarte a tener que olvidarte toda la vida.
Nuestros caminos se volverán a cruzar si así lo quiere Dios.
Sólo ten en cuenta que siempre te amaré.
Seguro tanto como pueda o tanto como duela.
No importa. Sé que lo que haré.
Así empezaba su carta Jonathan. Así se despedía del amor de su vida… Así le decía adiós a su vida para empezar de nuevo otra vida. Así le decía adiós a sus ilusiones y se marchaba para darle vida a sus sueños en otra ciudad… Sin pensar que algunas veces el destino es más cruel de lo que uno piensa… Y así sería… Tal vez le había dicho adiós a Beatriz pero le daría nuevamente la bienvenida a una nueva historia… prohibida…

Un día como hoy, descubrí que entre el silencio y mis sentimientos, todos aquellos prohibidos los cuales, no puedo sentir hacía ti, porque tan solo sentirlos me hacen sentir culpable, culpable por el hecho de que amarte es pecado, porque al desearte me estoy condenando a una vida llena de prejuicios y de miradas raras. Pero no puedo evitar sentir lo que siento por ti, ya que cada vez que estoy cerca tuyo, cada vez que te acercas a saludar y tus labios se acercan a mis mejillas siento que mi estomago se aprieta como si se fuera a salir y mi corazón le ruega a mi mente para que no razoné, para que permita que se produzca un accidente, en donde nuestros labios choquen por primera vez, aunque solo sea por un instante.
Ese instante se sería el inició de mis tormentos, pero al mismo tiempo sería el más feliz de todos los momentos que haya vivido.

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