A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

sábado, 14 de enero de 2017





Carta a Diego
Diego:
Nada comparable a tus manos, ni nada igual al oro-verde de tus ojos. Mi cuerpo se llena de ti por días y días. Eres el espejo de la noche. La luz violeta del relámpago. La humedad de la Tierra. El hueco de tus axilas es mi refugio. Toda mi alegría es sentir brotar la vida de tu fuente-flor que la mía guarda para llenar todos los caminos de mis nervios que son los tuyos, tus ojos, espadas verdes dentro de mi carne, ondas entre nuestras manos. Solo tú en el espacio lleno de sonidos. En la sombra y en la luz; tú te llamarás auxocromo, el que capta el color. Yo cromóforo, la que da el color. Tú eres todas las combinaciones de números. La vida. Mi deseo es entender la línea, la forma, el movimiento. Tú llenas y yo recibo. Tu palabra recorre todo el espacio y llega a mis células que son mis astros y va a las tuyas que son mi luz.

Frida



VIEJO DESVÁN

Les invito a subir al viejo desván de la memoria
para quien quiera habitar en mis recuerdos
entre algunos días de penas y otros de gloria.
Pasen y vean, revisen todos los rincones,
abran las ventanas y si les queda tiempo
hurguen los tesoros que encierran los arcones,
algunos están repletos de alegrías,
otros albergan penas enlazadas con emociones
pero hay uno que clama al cielo por revelar
al mundo el prodigio que atesoran mis ilusiones.
No lo vendo, no, sólo los invito a dar un paseo,
cuando terminen la recorrida por el viejo desván
donde guardo en palabras mis creaciones,
díganme si ha valido la pena transitar los pasillos
alfombrados con la magia de antiguas pasiones.
Por debajo de la pequeña torre, las rosas perfuman
en sus tiestos de barro los silenciosos balcones,
las espinas hace tiempo que no lastiman mis manos
ahora son objetos de olvidadas ficciones.
Pasen y vean, he abierto el alma para que hurguen,
como los niños, en todos mis rincones.




" En cada historia a un cierto punto llega un gran giro.
La felicidad es siempre igual
pero la infelicidad puede tener infinitas variaciones, como ha dicho también Tolstoi. La felicidad es un cuento de hadas, la infelicidad una novela "

No hay comentarios:

Publicar un comentario