A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

domingo, 15 de enero de 2017



El silencio del silencio en el silencio de las almas

silenciado por los brotes de los bordes de las llamas

me recuerda las ingratas melodías de una cama

entre comas y más comas y entre puntos suspensivos;

suspendidos y evasivos.




Sólo quedan unos cuantos parvularios en la mente

sólo escoria de una vida indefinida

entre pedazos de memorias que se esfuman impalpables

como heladas en los día calurosos.




Y borrosos...

los recuerdos no recuerdan sino cortes tremebundos

sin romances ni paseos ni besitos de mejillas

ni platónicos augurios ni los pasos aprendidos en pareja

como danza, como baile, como risas, como amores...




No hay dolor sin el dolor que no se siente si se enciende

la insensible insensatez de corolarios o teorías y anatemas

y los temas que quedaron se presentan espectrales

invisibles, invencibles, y deformes y mortales.




Tan mortales como pieles asoleadas en la orilla del salitre

tan saladas, salobreñas, sazonadas y encurtidas

como vidas despedidas sin adioses...

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