A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

lunes, 16 de enero de 2017



PRELUDIO

Las cosas están absortas,

las cosas están calladas

y densa-mente gravita

la vida sobre las almas.

Vuelan rápidas las nubes,

barridas por bruscas ráfagas,

y una paloma va y viene,

temblorosa y alocada.

Trae el viento como un sueño

lejano son de campanas.

El ambiente se satura

de humedades de borrasca.

Las cosas están absortas,

las cosas están calladas,

como aguardando el milagro,

como esperando la gracia.

Una gota prematura

me ha salpicado la cara.

Y como esa niña enfrente

que cuida y mima sus plantas,

yo también en mi balcòn

expongo mi triste alma

-que se me muere de sed-

para que se empape de agua.

QUÍMICA
Poeta, tu dolor de amor

dánoslo en un solo verso.

En el átomo menor

está todo el universo.

La lágrima que rezuma

es todo el goce de amar.

En la gota de la espuma

vive el misterio del mar.




Aprende a mirarlo todo.

Lo grande está en lo pequeño.

Y a veces se abre en el lodo

-flor del infinito- el sueño.

El pájaro es la ilusiòn

y la estrella, la esperanza.

El paisaje del balcòn

que se pierda en lontananza.

Tienes en tu mano el mundo

con sòlo saberlo ver.

El siglo está en el segundo

y el mañana en el ayer.

Conténtate con lo poco

y poetiza lo vulgar.

La gente dirá: "es un loco,

un pobre loco de atar".

Tú ríete de la gente,

y en lo que tienes medita.

El cosmos cabe en tu frente

cual la fruta en la pepita.

Luego sobrio, austero, parco,

da a tu pensamiento forma.

Y no te cuides del marco.

Sea "desnudez" tu norma.

Danos el brote, la yema,

que es darnos el universo.

Cántanos todo el poema

-infinito- en solo un verso.

SILENCIO

La voz, la blanca voz que me llamaba

ya apenas entre sueños la adivino.

Suena su son angélico

cada día más tímido.

Bajo el agua del lago va enterrándose,

va hundiéndose en el fondo del abismo.

Los años van tejiendo

densas capas de limo.

Ella se esfuerza por romper las ondas,

por dejar su cristal en mis oídos.

Y yo apenas la escucho

como un leve suspiro.

Más que la voz percibo ya el armónico.

Ya más que timbre es vacilante espíritu.

Me ronda helado, mudo,

el silencio infinito.

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