A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

domingo, 5 de junio de 2016



La noche cubre el bosque, muchas veces estuve en el al oscurecer. Pero esta noche es distinta, el viento mueve las ramas de los árboles produciendo un sonido musical y al mismo tiempo de inseguridad que la niebla al caer produce, las hojas corren por el camino movidas por el viento produciendo mil sonidos, haciendo que pueda escuchar cosas que no puedo ver en la oscuridad.

Esta noche volví a recordar viejos cuentos, leyendas para niños como la de Der Erlkönig, que tanto miedo me daba cuando era niña. Aun recuerdo los poemas creo recordar que eran de Goethe, decían:




Wer reitet so spät durch Nacht und Wind?

Es ist der Vater mit seinem Kind;

Er hat den Knaben wohl in dem Arm,

Er faßt ihn sicher, er hält ihn warm.




Mein Sohn, was birgst du so bang dein Gesicht?

Siehst, Vater, du den Erlkönig nicht?

Den Erlenkönig mit Kron und Schweif?

Mein Sohn, es ist ein Nebelstreif."




Du liebes Kind, komm, geh mit mir!

Gar schöne Spiele spiel' ich mit dir;

Manch' bunte Blumen sind an dem Strand,

Meine Mutter hat manch gülden Gewand.




Mein Vater, mein Vater, und hörest du nicht,

Was Erlenkönig mir leise verspricht?

Sei ruhig, bleibe ruhig, mein Kind;

In dürren Blättern säuselt der Wind.




Willst, feiner Knabe, du mit mir gehn?

Meine Töchter sollen dich warten schön;

Meine Töchter führen den nächtlichen Reihn,

Und wiegen und tanzen und singen dich ein.




Mein Vater, mein Vater, und siehst du nicht dort

Erlkönigs Töchter am düstern Ort?

Mein Sohn, mein Sohn, ich seh es genau:

Es scheinen die alten Weiden so grau.




Ich liebe dich, mich reizt deine schöne Gestalt;

Und bist du nicht willig, so brauch ich Gewalt.

Mein Vater, mein Vater, jetzt faßt er mich an!

Erlkönig hat mir ein Leid getan!




Dem Vater grauset's, er reitet geschwind,

Er hält in Armen das ächzende Kind,

Erreicht den Hof mit Müh' und Not;

In seinen Armen das Kind war tot.




Quién cabalga tan tarde a través del viento y la noche?

Es un padre con su hijo.

Tiene al pequeño en su brazo

Lo lleva seguro en su tibio regazo.




Hijo mío ¿Por qué escondes tu rostro asustado?

¿No ves, padre, al Rey Elfo?

¿El Rey de los Elfos con corona y manto?

Hijo mío es el rastro de la neblina.




¡Dulce niño ven conmigo!

Jugaré maravillosos juegos contigo;

Muchas encantadoras flores están en la orilla,

Mi madre tiene muchas prendas doradas.




Padre mío, padre mió ¿no oyes

Lo que el Rey de los Elfos me promete?

Calma, mantén la calma hijo mío;

El viento mueve las hojas secas.




¿No vienes conmigo buen niño?

Mis hijas te atenderán bien;

Mis hijas hacen su danza nocturna,

Y ellas te arrullarán y bailarán para que duermas.




Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,

A las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?

Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:

Son los árboles de sauce grises.




Te amo; me encanta tu hermosa figura;

Y si no haces caso usaré la fuerza.

¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!

¡El Rey de los Elfos me ha herido!




El padre tiembla y cabalga mas aprisa,

Lleva al niño que gime en sus brazos,

Llega a la alquería con dificultad y urgencia;

En sus brazos el niño estaba muerto.




Recuerdo que me daba pánico caminar solo por el bosque, aun siendo de día y que apareciera el rey de los elfos reclamando otro niño el panico era terrible pero eso ya paso, ahora que supuestamente soy adulto no puedo tener miedo de esas historias.

La noche es cerrada, las nubes cubren el cielo con un gris tan oscuro tan solo roto por el reflejo de algún rayo en la lejanía, hace frió y el viento no cesa, su sonido que me envuelve en el camino es triste y melancólico. Algo extraño percibo en la oscuridad del bosque, no es como siempre.

Trato de recobrar la razón y apartar de mi mente los viejos fantasmas, pienso en mi violín que lo llevo a la espalada y en la joven violinista que esta noche por primera vez ensayo con nosotros, en las partituras ensayadas, pero sobre todo en la joven de piel blanca y pelo oscuro. Vestía de negro, no repare en ello cuando la vi la verdad es que muchos compañeros visten con colores oscuros y mas en un ensayo general, pero ahora que lo pienso ella era distinta, sus manos se deslizaban sobre el violín produciendo un sonido perfecto, algo que yo solo puedo soñar. Con su recuerdo casi olvide el sonido del bosque y hasta el miedo que produce la oscuridad parece desaparecer.

El camino es interminable trato de recordar algo alegre me anime y olvidar la historia del rey de los Elfos y sus hijas. Pero son tantas las historias de brujas y enanos en la zona que me cuesta olvidarlas, atormentan mi camino y el sonido del bosque hace que parezca que están en los bordes del camino.

Al recordar como ella hacia sonar el violín, vino a mi pensamiento la historia de la dama blanca que aparecía en los castillos para desgracia de sus ocupantes..., pero otra vez el recuerdo de la joven vino a mi mente para salvarme de mis propios pensamientos.

La sensación que tenia al recordarla, era que ya la había visto anteriormente, que ya nos conocíamos, que algo nos unía sin saberlo.

Uff, esta senda se esta haciendo larga, casi llego al alto para después iniciar el descenso y llegar a casa. Una sombra se recortaba en el camino, mi sobresalto acelera mi pulso y la respiración es igualmente rápida, debería haber evitado esos pensamientos. La sombra no se mueve permanece sentada, el viento y la niebla no ayudan mucho a distinguir que es, continuo mi camino pero no puedo evitar aumentar mi cautela al acercarme. Ese sonido que todo lo envuelve no ayuda nada...

Según me acerco la sorpresa va en aumento, no puedo creer lo que veo es ella, sentada como un hada caída con su violín a la espalada a modo de alas, sobre una piedra en el borde del camino. Al verla olvido todos los miedos, pienso que puede ocurrirle algo y corro a su encuentro tan solo son unos metros los que nos separan. Al llegar ella me obsequia con una sonrisa en su blanco rostro, no dice nada, no la había visto salir antes que los demás, menos podría sospechar que iría por el mismo camino.

Puedo ayudarte, tal vez quieras que hagamos el camino juntos. Su respuesta fue un si, pero la percibí dentro de mi mas que en mis oídos. La ayude de la mano y pude acariciar su piel levemente al cogerla, continuamos el camino juntos. La sensación de habernos visto antes aumentaba por momentos, su conversación es ágil y divertida, parece conocer las mismas cosas que yo, era la mujer de mis sueños, pero no sabia expresarlo o tal vez no podía. El frió aumentaba las noches son muy frías en otoño aquí, su vestido negro no es suficiente para evitarle el frió, la abrace cubriéndola con la capa que llevo y ella lo agradeció besándome, pego su cabeza en mi apoyándose, mi mano cae por su cadera acercándola a mi, ella me da un nuevo beso nuevamente, pero este beso no es igual esta lleno de pasión y deseo, algo que ya había sentido de esos labios antes..., a mi recuerdo acudieron sensaciones, ya había besado esos labios, ya había sentido ese tacto, ya estaba con quien antes había estado. Con su ojos entre cerrados posados en mi me volvió a besar, nuestras bocas se fundieron en una sola, podía beber el deseo, mi deseo en ella.

El deseo nos llevo a algo mas, mis manos recorrían su cuerpo buscando su piel, tratando de encontrar su placer, las caricias nos llevaron a mas sin cesar, el frió había desaparecido su cuerpo me reconfortaba, su piel me enloquecía y en sus labios me perdía, hasta unirnos en uno solo, sintiendo que ella me poseía y yo la poseía, que éramos uno solo y el placer nos envolvía en la oscuridad de la noche que nos arropaba.

Allí permanecimos largo rato, el sueño nos invadió bajo la gruesa capa ambos aun unidos, tan solo se podían ver las nubes oscuras pasar rápidamente en el cielo sin estrellas ni luna, en una noche distinta. El sonido del bosque nos arrullaba, el sueño nos invadía. En mi sueño volvió a aparecer el rey de los elfos reclamando un nuevo cuerpo entre la niebla, pero no lo podía ver era solo la niebla. Sobresaltado desperté, aun la noche lo cubría todo pero ella no estaba a mi lado, nada había dejado.

Tan solo su recuerdo y el sonido de su violín, nada de lo que me rodeaba era lo mismo estaba al final del bosque al otro lado...,

Cada noche de otoño tras ensayar recorro el mismo camino, para encontrar a mi hada del bosque, mi hada de los sueños...,La noche cubre el bosque, muchas veces estuve en el al oscurecer. Pero esta noche es distinta...

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