A ti que me lees...
confidente de mis angustias..
de mis dudas, de mis alegrías..
A ti que compartes mis logros y sentimientos...
Da igual quien seas..
te he dejado abierto
este rinconcito de mi corazón, y tras la pantalla
accedes a mis mas íntimas sensaciones.


Gracias por acompañarme..

viernes, 27 de enero de 2017

 Crearé la estancia donde seas,
la voz que veas y el sabor que escuches.
Te haré de luces,
para que vuelvas con el día cada día
y en el dulce de tus pechos me provoques;
para que invoques mi indecencia contenida
y en cada herida;
multipliques y dividas.
Seré humano,
cuando tu mano calle y el desnudo aceche;
cuando de miel y leche sea la piel
y nos queramos al ritmo reiterado de la noche;
cuando las voces vuelvan
y los latidos hablen de rincones descubiertos;
de posturas impensables e inacabables goces;
de roces y de estampidas;
A tu medida haré mi entraña;
dejaré mi casa y mi comida
y me atreveré a escribirte los silencios
que tanto te gritaron cuando eras avenida
y te esperaba extraña;
cuando el miedo me ataba a lejanías
y te escribí distante.
A fuerza de amarte te llamaré locura
y en la duda razonable me haré cierto
Cuando mi lengua hable y tu lujuria acuda;
Cuando estalle la furia y el gemido;
Cuando tu cuerpo abra la puerta del sentido
y me reciba tu campo de sal;
ardiente, brutal, humedecido.
Querré,
donde quiera que estés
y nos sorprenda el hambre;
allí o aquí,
donde los dedos rueden
y nos descarnen.
El tiempo transcurre lento ,
sin prisas,
mientras yo me desespero por su pasividad. 
Luego caigo en cuenta que no es el tiempo,
pues es el mismo de siempre,
ni segundos más,ni segundos menos,
sino es la necesidad de tenerte,
el tiempo sin ti que se hace eterno,
y me atormenta deseando que no existiera.
Soy yo la que atormenta al tiempo,
como si cada instante me fuera a dar una respuesta por tu ausencia,
como si fuera a encontrar las palabras que mi corazón ansioso busca de ti a cada segundo .
Y al final,el tiempo se a detenido en mi vida,
haciendo ver como una mujer en época invernal,
se a atrapado en las comisuras de mis ojos y de mis labios,
acentuando los vértices de agonía por las noches que pasó al pensarte,
al soñarte.
El tiempo a acabado con el alma mortal que me viste,
y mi espíritu interno a estado en agonía de amor.
Pero también ...
sólo el tiempo me a enseñado que no puedo obligarte a estar conmigo,
no puedo obligarte a amarme,
y el tiempo se convertirá en mi cómplice callado,
me ayudará a amarte en silencio por siempre,
y me ayudará a encontrar las respuestas que hoy no tengo y no comprendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario